El proyecto, encabezado por el Dr. Xavier Avilés, jefe de la Unidad de Tumores de Cabeza y Cuello del Clínic y co-responsable junto con la Dra. Isabel Vilaseca de la línea de investigación en cáncer de cabeza y cuello del grupo de 'Genómica traslacional y terapias dirigidas en tumores sólidos' del IDIBAPS, demuestra que el microbioma salival —el conjunto de microorganismos que habitan en la boca— puede reflejar con precisión el entorno biológico del tumor y aportar información sobre su evolución y la respuesta a los tratamientos. Este hallazgo abre la posibilidad de disponer de una herramienta sencilla, económica e indolora para monitorizar a los pacientes, evitando procedimientos invasivos como las biopsias tradicionales.
“La saliva no es solo un reflejo pasivo de la cavidad oral: contiene información funcional que puede ayudarnos a entender cómo evoluciona el tumor”, explica el Dr. Avilés. “Este enfoque multi-ómico nos permite avanzar hacia biomarcadores pronósticos no invasivos que podrían cambiar la manera de seguir y tratar el cáncer de cabeza y cuello”. El estudio se ha realizado, en una primera fase, en 104 pacientes.
Los investigadores han observado que en pacientes con este tipo de cáncer disminuye la diversidad microbiana y aumenta la presencia de bacterias con potencial proinflamatorio. Entre los géneros más destacados se encuentran Selenomonas, Actinomyces y Prevotella, que podrían estar asociados a la progresión tumoral. Si esta relación se confirma, la saliva podría convertirse en un verdadero “espejo molecular” del tumor, ofreciendo información clave sobre su evolución.
El estudio también identifica procesos metabólicos alterados en la saliva de los pacientes, relacionados con la inflamación crónica y la progresión tumoral, como la biogénesis ribosomal o el metabolismo del succinato. Estos resultados apuntan a una conexión directa entre la actividad bacteriana y el comportamiento del tumor.
El Clínic-IDIBAPS trabaja ahora en la validación de los resultados en cohortes más amplias y en el desarrollo de modelos predictivos que integren datos clínicos, moleculares y microbianos. El objetivo final es crear un sistema capaz de anticipar la respuesta de cada paciente y guiar decisiones terapéuticas más precisas.
Según el Dr. Avilés, “cada paso hacia una medicina más personalizada y menos agresiva tiene un impacto directo en la calidad de vida de los pacientes. Nuestro reto es transformar estos avances del laboratorio en beneficios reales para ellos”.
Esta investigación forma parte de una cohorte multicéntrica nacional en la que participan numerosos hospitales españoles especializados en tumores de cabeza y cuello, como el Hospital Central de Asturias, el Instituto Valenciano de Oncología, el Hospital Universitario La Paz, el Hospital Donostia, el Hospital de Sant Pau, el Hospital de Bellvitge, el Hospital del Mar y el Hospital Vall d’Hebron, entre otros. Esta colaboración permite obtener una muestra representativa y armonizar los protocolos de análisis, aportando mayor solidez y comparabilidad a los resultados.
Con este proyecto, el Hospital Clínic Barcelona consolida su liderazgo en investigación traslacional y en el desarrollo de soluciones innovadoras para la medicina personalizada, reafirmando su compromiso con una oncología más precisa, humana y basada en la ciencia.