La mayoría de los casos de cáncer de hígado podrían prevenirse reduciendo la prevalencia de hepatitis viral, el consumo de alcohol y la MASLD (enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica—antes conocida como hígado graso no alcohólico), según un análisis realizado dentro de la Comisión de The Lancet. La Comisión destaca varias medidas para reducir estos factores de riesgo, como ampliar la cobertura de la vacuna contra la hepatitis B e implementar políticas de salud pública dirigidas a combatir la obesidad y el consumo de alcohol.
En este análisis han participado el Dr. Josep M. Llovet, co-coordinador del área de cáncer en IDIBAPS y jefe del grupo de Investigación traslacional en oncología hepática de IDIBAPS, catedrático de Medicina de la UB, profesor ICREA y catedrático de Medicina en Icahn School of Medicine del Mount Sinai; y el Dr. Jordi Bruix, investigador emérito del grupo Oncología hepática (BCLC), dirigido por la Dra. Maria Reig. Todos forman parte del Clínic Barcelona Comprehensive Cancer Center, una estructura impulsada por Clínic, IDIBAPS y UB para el abordaje integral del cáncer.
El cáncer de hígado: un problema de salud global
El cáncer de hígado representa el sexto cáncer más común y la tercera causa principal de mortalidad por cáncer a nivel mundial, y su incidencia podría duplicarse en los próximos 25 años si no se toman medidas urgentes, alcanzando 1,5 millones de nuevos diagnósticos con hasta 1,37 millones de muertes en 2050.
El Dr. Josep M. Llovet señala que “la prevención del cáncer de hígado es una prioridad mundial. Incidir en los factores de riesgo principales mediante la vacunación contra el VHB, el cribado de poblaciones de riesgo y la promoción de estilos de vida saludables puede tener un efecto crucial para frenar el aumento previsto en la incidencia y mortalidad de esta enfermedad en la próxima década.”
Cambios en las causas del cáncer de hígado
En este análisis, la Comisión estima que al menos el 60% de los cánceres de hígado son prevenibles controlando factores de riesgo modificables, incluyendo el virus de la hepatitis B (VHB), el virus de la hepatitis C (VHC), la MASLD y el alcohol.
La fase avanzada de MASLD, asociada o no al consumo de alcohol, es la causa de cáncer de hígado que crece más intensamente a nivel mundial. Se prevé que la proporción de casos de cáncer asociados a MASLD pase del 8% en 2022 al 11% en 2050, mientras que los vinculados al alcohol aumentarían del 19% al 21%.
Respecto a la proporción de casos relacionados con VHB y VHC se espera una disminución ligera.
Un factor de riesgo en aumento: la MASLD
Aproximadamente un tercio de la población mundial se calcula que tiene MASLD. Sin embargo, solo un 20-30% de estos pacientes desarrollan la forma más grave con inflamación y daño hepático que evoluciona a cirrosis.
Se prevé que la tasa de cáncer de hígado vinculado a MASLD aumente en la próxima década, especialmente en EE. UU., Europa y Asia, debido al creciente índice de obesidad asociado o no a otros factores de riesgo como el consumo de alcohol. En EE. UU., la prevalencia de MASLD sigue aumentando paralelamente con la epidemia de obesidad y, para 2040, más del 55% de los adultos podrían tener MASLD.
En este contexto, el Dr. Jordi Bruix destaca que “el crecimiento de casos de cáncer de hígado relacionados con la enfermedad metabólica, la obesidad y el alcohol constituye un desafío importante para la salud pública global. Es fundamental priorizar la prevención de la adquisición de factores de riesgo y establecer programas de detección precoz en los grupos de mayor riesgo, así como fomentar políticas públicas que promuevan estilos de vida saludables. Desde una perspectiva global, se requiere un enfoque integrado que combine investigación, atención clínica y medidas preventivas. Esta es la estrategia establecida por el equipo de Oncología Hepática (BCLC) que dirige la Dra. Reig.”
Una forma de identificar pacientes con alto riesgo de cáncer radicaría en establecer algoritmos no invasivos para detectar daño hepático significativo en la práctica clínica habitual en personas con obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Los profesionales sanitarios deberían integrar consejos sobre estilos de vida saludables en el seguimiento rutinario para ayudar a los pacientes a adoptar una dieta sana y ejercicio físico.
¿Qué se puede hacer? Recomendaciones para revertir la tendencia
La Comisión estima que si los países consiguen reducir anualmente entre un 2% y un 5% la incidencia de cáncer de hígado hasta 2050, se podrían evitar entre 9 y 17 millones de nuevos casos y salvar entre 8 y 15 millones de vidas.
Más pacientes viven con cáncer de hígado que nunca, por lo que, además de los esfuerzos en prevención, es necesario aumentar la investigación y la atención a estos pacientes para mejorar su calidad de vida.
La Comisión propone diferentes estrategias para reducir la carga mundial del cáncer de hígado, entre ellas:
- Intensificar la vacunación contra la hepatitis B, incluyendo mandatos en países con alta prevalencia, e implementar el cribado universal para adultos mayores de 18 años, así como un cribado selectivo de la hepatitis C en zonas de alto riesgo según su rentabilidad.
- Establecer precios mínimos por unidad de alcohol, etiquetado de riesgo y restricciones en la publicidad de alcohol.
- Priorizar inversiones en campañas de concienciación pública y en recursos para la detección precoz.
- Proporcionar formación en cuidados paliativos a hospitales y organizaciones profesionales, con la intención de integrar estos cuidados en fases tempranas de los pacientes que los necesiten.
Esta Comisión ha sido financiada por la National Natural Science Foundation of China, el Noncommunicable Chronic Diseases-National Science and Technology Major Project y el Shanghai Municipal Science and Technology Major Project.