El síndrome de Brugada es una cardiopatía hereditaria poco frecuente que puede provocar arritmias ventriculares malignas y muerte súbita, especialmente en pacientes jóvenes. Fue descrita por primera vez por Josep Brugada, jefe del grupo de investigación en Cardiopatías familiares y síndromes asociados con la muerte súbita del IDIBAPS y uno de los autores del presente estudio. Hasta ahora, se consideraba que diversos anestésicos generales y locales podían desencadenar estas arritmias, motivo por el cual se evitaban sistemáticamente en este grupo de pacientes.
Ahora, este estudio del Clínic-IDIBAPS ha analizado de forma retrospectiva cerca de 190 procedimientos anestésicos realizados en los últimos 18 años. El equipo investigador ha observado que, a pesar de que el 68% de los procedimientos en pacientes con síndrome de Brugada se realizaron con fármacos catalogados como “no recomendados”, solo se registraron dos arritmias graves (1%) que coincidieron temporalmente con la manipulación de un dispositivo intracardíaco.
“Esta investigación era imprescindible porque, hasta ahora, el manejo anestésico de los pacientes con síndrome de Brugada se basaba más en la precaución que en la evidencia científica. Nuestros resultados aportan tranquilidad y mejores herramientas para la práctica clínica diaria,” explica Elena Arbelo, cardióloga experta en el síndrome de Brugada e investigadora del Grupo de Cardiopatías familiares y síndromes asociados con la muerte súbita del IDIBAPS.
“Se trata de la cohorte más grande publicada hasta ahora en este ámbito y demuestra que muchos de los anestésicos considerados de riesgo pueden utilizarse con seguridad si se realiza un control riguroso,” afirma Marc Giménez-Milà, investigador del grupo Aterosclerosis, enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca del IDIBAPS, y uno de los líderes del proyecto.
El trabajo representa un paso importante para mejorar el manejo clínico del síndrome de Brugada y contribuir a la seguridad de los procedimientos anestésicos en esta población. “Este estudio ayuda a dejar atrás antiguos dogmas y nos permite ofrecer una atención más precisa y personalizada a nuestros pacientes con síndrome de Brugada, haciendo posible el uso de fármacos altamente eficaces cuando se administran con las precauciones adecuadas,” explica Jaume Borrell-Vega, anestesiólogo del Hospital Clínic y primer autor del artículo.
La investigación, llevada a cabo íntegramente en el Clínic-IDIBAPS, ha sido financiada parcialmente por La Marató de TV3 (Proyecto 245/U/2020).