- Introducción
- Equipo y estructura
Diagnóstico de la Sordera
El otorrinolaringólogo realiza una historia clínica, examina los oídos mediante el otoscopio o el microscopio (limpiándolos de cerumen, si es necesario) y realiza un estudio de audición.
El estudio de la audición se realiza mediante pruebas subjetivas y objetivas que aportan datos en relación a si existe o no una alteración auditiva, y en caso afirmativo, de qué tipo es, de qué grado y qué tratamiento requiere.
Pruebas para diagnosticar la Sordera
Pruebas subjetivas
Están condicionadas por la colaboración del paciente y la experiencia del examinador. Son las pruebas más realizadas por la cantidad y calidad de información que facilitan.
Acumetría. Conjunto de pruebas e instrumentos de exploración de la audición que no utilizan aparatos electrónicos para su ejecución. Se sirve habitualmente de diapasones. Las más utilizadas son:
- Prueba de Rinne. Consiste en comparar la audición del paciente por vía aérea y por vía ósea. Para ello se hace vibrar el diapasón y se apoya firmemente en la mastoides del paciente (vía ósea). A continuación, se coloca el extremo de las ramas del diapasón en la entrada del conducto auditivo externo (vía aérea). De la comparación de ambas vías se puede detectar donde se localiza la lesión que provoca la hipoacusia.
- Prueba de Weber. Es una prueba rápida de audición que puede detectar la pérdida de audición del oído medio (hipoacusia conductiva unilateral) y la pérdida de audición del oído interno (hipoacusia neurosensorial unilateral). Se realiza colocando el diapasón en la frente del paciente quien debe decir en qué lado escucha el sonido.
Audiometría. Hace referencia a los sistemas de exploración de la audición que emplean medios electrónicos. El instrumento utilizado es el audiómetro. Es un aparato capaz de emitir los sonidos necesarios para el estudio de la audición.
- Audiometría tonal. Permite cuantificar el nivel de agudeza auditiva del paciente y localizar la lesión. Consiste en detectar el umbral auditivo del paciente (a qué intensidad comienza a oír) en diferentes frecuencias (sonidos graves, agudos o medios) tanto por vía aérea (presentando el sonido a través del conducto auditivo externo con un auricular) como por vía ósea (presentando el sonido a través de la mastoides con un vibrador). Cada uno de esos umbrales es registrado con una serie de signos internacionalmente admitidos, dando lugar a un registro gráfico llamado audiograma.
- Logoaudiometría. Utiliza listas de palabras bisilábicas en lugar de tonos puros para evaluar la calidad de la audición residual.
Pruebas objetivas
No requieren la colaboración del paciente y pueden ser realizadas desde el nacimiento:
- Otoemisiones acústicas
- Impedanciometría
- Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral
- Potenciales Evocados Auditivos de Estado Estable
¿Qué es una audiometría?
La audiometría tonal es la prueba que permite evaluar el funcionamiento del sistema auditivo y revelar si la audición está alterada en la parte de la transmisión del sonido o en la parte más relacionada con el sistema nervioso, lo que ayuda a definir el tratamiento a seguir.
La audiometría tonal se lleva a cabo en una cabina audiométrica y se realiza con un audiómetro. El audiómetro emite señales acústicas a diferentes niveles de presión sonora (intensidad) y en diferentes frecuencias. El paciente debe de indicar al profesional, a través de un pulsador o alzando la mano, cuando puede oír la señal.
Los datos de la prueba se trasladan al audiograma. El audiograma es una reproducción gráfica de los resultados obtenidos durante la audiometría tonal donde se representan los umbrales de audición (dónde comienza a escuchar).
En una audiometría tonal, se expresan los umbrales de audición en decibelios de nivel de audición (dB de HL), que tienen como referencia la curva del umbral de audición normal (0dB). Una persona cuyos umbrales tengan un valor mayor a 20 dB tiene una pérdida de audición o hipoacusia.
Esta prueba se suele realizar de dos formas diferentes: por vía área, gracias al uso de auriculares, o por vía ósea, con un vibrador que se coloca tras la oreja.
Una comparativa entre ambas vías proporciona una mejor indicación de qué parte en particular del oído es la responsable de la pérdida auditiva (hipoacusia de transmisión, neurosensorial o mixta).
La logoaudiometría es un test similar a la audiometría tonal, pero en lugar de escuchar diferentes tonos, se presentan al paciente palabras que debe de repetir.
Gracias a esta prueba, se puede conocer el umbral de percepción de la palabra, que indica cómo se escuchan y se entienden conversaciones normales.
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Publicado: 18 de mayo del 2018
Actualizado: 18 de mayo del 2018
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