Un equipo multidisciplinar del Hospital Clínic Barcelona ha conseguido mejorar significativamente la eficiencia en el programa de prótesis total de cadera gracias a la implementación de la metodología Lean Six Sigma. El estudio, liderado por el Dr. Jenaro Ángel Fernández-Valencia, jefe de la Sección de Cadera (Instituto Clínic de Especialidades Médicas y Quirúrgicas), junto con el ingeniero biomédico Xavier Buysé y con la participación de profesionales de cirugía ortopédica, anestesiología, enfermería y gestión quirúrgica, ha sido publicado recientemente en el Journal of Healthcare Quality Research. Cada año, en el Clínic Barcelona se realizan 400 prótesis de cadera primarias y 90 recambios de prótesis.
La metodología Lean Six Sigma, conocida por su capacidad para optimizar procesos en entornos industriales, se ha adaptado a la gestión hospitalaria con el objetivo de reducir todo aquello que no aporta valor, mejorando la eficiencia de los circuitos asistenciales, entre ellos los quirúrgicos. Por este motivo, este equipo multidisciplinar ha adoptado esta metodología con el principal objetivo de aumentar el número de cirugías realizadas en una misma mañana, pasando de dos a tres intervenciones por módulo quirúrgico, sin comprometer la calidad asistencial ni la seguridad del paciente.
Para conseguirlo, se han implementado diversas medidas, como la selección de casos de menor complejidad para realizar jornadas de alta eficiencia en las que se operan 3 prótesis de cadera en horario de mañana, iniciar la primera cirugía lo antes posible, estandarizar rutinas quirúrgicas y el contenido de las cajas de material para la operación, reducir los tiempos de cambio entre intervenciones, administrar la raquianestesia antes de entrar en quirófano, utilizar sistemas que facilitan el procedimiento quirúrgico como cortes más ágiles y simplificados, o emplear material fungible de nuevo diseño que permite el uso de posicionadores estáticos de los separadores, entre otras.
Los resultados muestran una mejora notable: el número medio de procedimientos por módulo (disponibilidad del quirófano para estas cirugías) ha pasado de 1,76 a 2,79 y se ha demostrado la viabilidad de realizar tres intervenciones de prótesis total de cadera en una mañana. Tras la experiencia del estudio, estas jornadas de alta eficiencia se han mantenido hasta la actualidad. Así, por ejemplo, en 2024 se realizaron un total de 22 módulos de mañana con programa de 3 prótesis de cadera, lo que supone 2 sesiones de alta eficiencia cada mes. Según el Dr. Fernández-Valencia, “la implicación del equipo y la voluntad de mejora en el día a día ha sido clave para el éxito. De hecho, hacía tiempo que buscábamos mejorar nuestra eficiencia, pero ha sido con metodologías estructuradas, una planificación cuidadosa y una buena coordinación y esfuerzo por parte de todos los profesionales, que hemos hecho posible optimizar el uso de los quirófanos y ofrecer una atención más eficiente y sostenible”.
A pesar de los buenos resultados, el estudio también identifica retos pendientes, como la necesidad de más camas postoperatorias, vinculada a las altas en la planta de hospitalización, y la necesidad de estandarizar y perfeccionar algunas prácticas, con el fin de garantizar la sostenibilidad del modelo e incluso mejorar la eficiencia en el futuro. Los autores destacan que esta experiencia puede servir de guía para otros centros que quieran implementar estrategias similares.
El tratamiento quirúrgico de la displasia de cadera
La displasia de cadera afecta entre el 1% y el 4% de la población. Se estima que cerca del 50% de las personas que desarrollan artrosis de cadera antes de los 50 años presentan una displasia de cadera no tratada. Es más común en mujeres, posiblemente debido a diferencias hormonales y de estructura corporal. Puede diagnosticarse durante la infancia, aunque es más frecuente que los síntomas se manifiesten durante la adolescencia o la juventud.
En pacientes con displasia severa o síntomas persistentes, la osteotomía periacetabular (PEn AO) es el tratamiento de elección. Esta intervención consiste en reorientar el acetábulo para mejorar la cobertura de la cabeza del fémur. De este modo, se ayuda a prevenir la artrosis y a mantener la funcionalidad de la cadera. La osteotomía periacetabular tiene una alta tasa de éxito: entre un 60-80% de los pacientes mantienen su propia cadera después de 20 años, sin necesidad de implantar una prótesis.
El tiempo de recuperación varía, pero generalmente se requieren de 3 a 6 meses para retomar las actividades cotidianas y hasta un año para la recuperación completa.