La elección del protector solar
El factor de protección solar (FPS) indica la capacidad protectora de una crema solar ante los efectos nocivos de la radiación ultravioleta sobre la piel. El índice FPS define cuántas veces más tiempo se puede estar al sol sin quemarse en comparación con la piel sin protección. Un FPS 50, por ejemplo, permite una protección 50 veces superior respecto a no llevar crema solar.
Como indica la Dra. Laura Serra, dermatóloga del Hospital Clínic Barcelona, es recomendable utilizar cremas que no sean transparentes para poder comprobar fácilmente que se han aplicado de manera uniforme. Para la cara es mejor un producto con texturas fluidas que se adapte al tipo de piel y sea fácil de extender.
¿Dónde, cuándo y cómo aplicarla?
Para el rostro, la cantidad ideal de crema se puede calcular con la "regla de los dos dedos". Consiste en poner dos franjas largas de producto, una sobre el dedo índice y otra sobre el dedo medio, cubriendo toda su longitud. Esta es la cantidad recomendada para proteger correctamente la cara y el cuello.
En verano, que tenemos más superficie corporal expuesta al sol, hay que aplicar crema en todas las zonas descubiertas, incluyendo el dorso de las manos y los pies cuando se lleva calzado abierto. Es importante no olvidar zonas como las orejas, el cuello, la nuca y los párpados, a menudo menos protegidas.
Uno de los errores más comunes es aplicar menos crema de la necesaria.