El sexo y el género influyen de manera determinante en la salud y la enfermedad de todas las personas. A pesar de esto, habitualmente no se tienen en cuenta estas diferencias en la práctica clínica diaria. Para mejorar esta situación, ahora hace medio año que se constituyó en el Clínic el Grupo de Trabajo de Género y Salud, coordinado por la Dra. Blanca Coll-Vinent. Con ella hablamos sobre las ventajas que tiene por todo el mundo, tanto por los hombres como por las mujeres, separar por sexo en los ámbitos de la investigación, la docencia y la asistencia.
Dra. Blanca Coll-Vinent: “Aplicar la perspectiva de género significa individualizar la medicina para tratar mejor a cada paciente”
Entrevista a la coordinadora del Grupo de Trabajo de Género y Salud del Clínic
Empezó interesándose por la relación entre salud y violencia de género y, con el paso de los años, se fue especializando en el tema a través de trabajos y participación en comisiones. También es la secretaria del Sistema de Promoción Profesional y una de las iniciativas que ha impulsado es la ponderación por baja maternal, que se ocupa de que las trabajadoras no pierdan el tren a la hora de lograr una carrera profesional.

La perspectiva de género en el mundo de la salud es un tema que hace mucho que se habla: como mínimo, hace 30 años que hay estudios. Pero que haya un grupo de trabajo especializado dentro del hospital es la primera vez que pasa. De hecho, el pasado mes de diciembre se hizo la sesión constitutiva. La idea vino de fuera, de Vall de Hebrón, que lo estaba implementando y que quería extenderlo hacia otros centros sanitarios, sobre todo hospitales grandes de Catalunya. El objetivo es que cada vez se vayan añadiendo más centros de todo el país y que la red esté bajo el paraguas del Departament de Salut. Lo hablé el Director Médico, el Dr. Castells, estuvo de acuerdo y acordamos de escoger a un representante de cada instituto. También hay representantes de las varias comisiones transversales del hospital que puedan tener alguna relevancia en este tema.
De momento llevamos poco tiempo, no hace ni medio año, y lo que hemos hecho hasta ahora ha sido informar: difundir por qué es importante aplicar la perspectiva de género por el beneficio de todo el mundo. Porque a la hora de entender un paciente es muy relevante tener en cuenta las diferencias por sexo y por género. Tanto para hacer el diagnóstico, como para valorar las manifestaciones clínicas, sus antecedentes, las pruebas que mejor le proceden, cuál puede ser su pronóstico y qué puede ser su seguimiento. Y esto está enmarcado en una visión más global que ahora está mucho en boga que es la medicina individualizada. Cada vez tendimos más a personalizarla por las características propias de cada paciente que pueden ser la edad, la fragilidad, enfermedades asociadas, la situación social… y una de ellas y muy relevante es el sexo y el género.
A la hora de entender un paciente es muy relevante tener en cuenta las diferencias por sexo y por género
Haciendo difusión: hemos hecho una encuesta por todo el hospital para despertar interés en el tema y porque se conozca nuestra tarea. También estamos intentando que sea una línea estratégica del Clínic. Además, estamos preparando una sesión conjunta para presentar el Grupo de Trabajo de Género y Salud a los distintos servicios y poner en marcha proyectos con ellos. Finalmente, también queremos incidir en el ámbito de la investigación, porque se tenga más en cuenta a las mujeres a la hora de valorar los proyectos de investigación.
Desde el grupo de trabajo nos centramos en asistencia, docencia e investigación. Y no se puede separar una cosa de la otra. Porque en asistencia, ¿cómo puedes saber qué fármaco es mejor de aplicar si antes no se ha estudiado desde investigación? Pues primero se habrá tenido que investigar. ¿Y cómo lo aplicarás si antes no lo enseñas a los futuros médicos? Por eso primero se tiene que hacer investigación sobre el tema, se tiene que difundir el resultado y después se tiene que aplicar. Y entonces todo va junto.
Desde el grupo de trabajo nos centramos en asistencia, docencia e investigación. Y no se puede separar una cosa de la otra.
Por los estudios que se han hecho hasta ahora, las mujeres tienden a consultar menos y, sobre todo, tarde: hasta que no tienen muchos síntomas no van al médico y a veces la enfermedad está más avanzada. Por otro lado, está el hecho que la medicina que hemos aprendido todos juntos, sobre todo los que somos más veteranos, se ha basado mucho en modelos uniformes y androcéntricos. Son modelos que parten de estudios donde han participado muchos más hombres que mujeres o que excluían a determinadas mujeres, como por ejemplo las embarazadas. Por lo tanto, no teníamos suficiente información para saber cosas sobre las características de las mujeres. Esto hace que haya riesgo de equivocarnos en la apreciación de sus síntomas o sus molestias o su consulta.
Son patologías que están infraestudiadas, que se normaliza un proceso que quizás no se tendría que normalizar: "es normal que le pase esto porque es menopáusica, es normal que le pase esto porque está embarazada..." Y no es normal. Se normaliza una patología simplemente porque se sabe que existe con las mujeres y se conoce poco. Esto pasa mucho más con las mujeres que con los hombres y se tiene que investigar si hay enfermedades femeninas que están infradiagnosticadas y, casi, despreciadas. En esto se tiene que trabajar muchísimo.
A veces nos encontramos que hay enfermedades que no son tan poco prevalentes en el otro sexo. Por ejemplo, la cardiopatía isquémica. Siempre era tradicionalmente masculina - un infarto siempre es de un hombre- y ya hace muchos años que es una enfermedad muy prevalente en las mujeres. De hecho, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad en las mujeres. A veces la idea que se tiene puede estar equivocada porque venimos de estudios muy antiguos.
La consecuencia que no se incluyan suficientes mujeres en los ensayos clínicos es que no tenemos suficiente información. El motivo de exclusión en cierto modo es práctico: si solo incluyes hombres es más fácil: las mujeres pasan por ciertas etapas de la vida que son muy variables y esto puede alterar los resultados. Y esto complica las cosas, pero precisamente por eso es importantísimo incluirlas. Porque si no las incluyes falsificas el resultado; si no las incluyes no tienes información. Hay muchos fármacos, como por ejemplo los psicoactivos, que tienen un efecto diferente en hombres que en mujeres. También hay fármacos que pueden tener como efecto secundario la infertilidad femenina o pueden ser teratógenos. No le podemos decir a una mujer: "no te quedes embarazada mientras tomas este fármaco". Lo que tenemos que hacer es buscar una alternativa. Y como esta hay muchísimas más cosas que se desconocen.
La consecuencia que no se incluyan suficientes mujeres en los ensayos clínicos es que no tenemos suficiente información
Aplicar la perspectiva de género significa individualizar la medicina para tratar mejor a cada paciente. Porque si estamos atendiendo a sus características de edad, de género, de sexo, de peso, patología concomitante, situación social... lo trataremos mucho mejor que si solo tenemos en cuenta a un individuo que sea igual a todos los otros. Individualizar la medicina por sexo y por género beneficia a todo el mundo: a los hombres también. Si se analizan separadamente, las diferencias que pueda haber, aunque su grupo sea el predominante, seguro que hay alguna información nueva. Cómo puede ser el caso de enfermedades minoritarias en hombres, el cáncer de mama masculino, la osteoporosis masculina o el lupus, por ejemplo. Y además son enfermedades que se asocian a mujeres porque son ellas quienes las sufren más mayoritariamente y nadie piensa en los hombres.
Aquí hay que tener en cuenta dos cosas: el sexo biológico que tú tienes y el género, que es la construcción sociocultural que en principio está asociada a tu sexo. Pero no siempre es así. Hay que adaptar la medicina al sexo y género de cada cual, pero por ahora a la práctica real es una cosa muy difícil de hacer. En un primer momento, desde el grupo de trabajo aspiramos a separar entre hombres y mujeres y en un futuro, cuando esto esté muy establecido y quede muy claro, ya intentaremos hilar más delgado en el género y sexo de cada cual. De todas maneras, esto será un segundo paso que se tendrá que hacer seguro.
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