Preguntas frecuentes sobre el Tumor de Parótida
Un tumor de parótida es un crecimiento anormal de células en la glándula parótida, que es una de las glándulas salivares principales.
Los síntomas pueden incluir una protuberancia o nódulo en la glándula, dolor, cambios en la función salival, entumecimiento facial, parálisis facial parcial o total y cambios en la piel sobre la glándula.
Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los adenomas pleomórficos son los benignos más comunes, mientras que los carcinomas mucoepidermoides son ejemplos de tumores malignos.
Las causas no suelen ser claras, pero los factores de riesgo pueden incluir la edad, el género, la exposición a radiación y el tabaquismo, entre otros.
El diagnóstico se basa en la evaluación clínica, estudios de imagen como resonancia magnética, TAC o ecografía, punciones citológicas y análisis de sangre.
El tratamiento es quirúrgico, tanto para los tumores benignos como malignos. En los casos de tumores malignos, también puede incluir la radioterapia, quimioterapia y terapia dirigida, entre otros.
Por lo general son indoloros, aunque pueden ser dolorosos en función del tipo y tamaño del tumor, así como de su ubicación.
Los tumores de parótida pueden afectar a la producción de saliva, lo que puede llevar a sequedad bucal o aumento de la producción de saliva.
La cirugía de parótida puede tener riesgos, como dañar el nervio facial y provocar cambios en la movilidad de la cara. Sin embargo, estos riesgos dependen del tipo de cirugía.
El pronóstico varía según el tipo de tumor, su estadiaje y otros factores. Los tumores benignos generalmente tienen un pronóstico más favorable que los malignos.
Los tumores malignos pueden diseminarse a través de metástasis a otras partes del cuerpo; pero no es el caso, en lo que se refiere a los tumores benignos.
La recuperación varía según el tipo de cirugía y su extensión. Puede requerir cuidados posteriores y terapia física (rehabilitación) para mejorar la función facial.
Se pueden usar terapias farmacológicas como la quimioterapia y terapias dirigidas en ciertos casos, pero generalmente el tratamiento es quirúrgico o mediante combinación con otros tratamientos.
La investigación actual se realiza en áreas como la inmunoterapia, la terapia genética y la medicina de precisión, con la esperanza de mejorar los enfoques de tratamiento.
No existe una forma garantizada de prevenirlos, pero evitar la exposición a factores de riesgo como el tabaco y la radiación es prudente.
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Publicado: 9 de mayo del 2024
Actualizado: 9 de mayo del 2024
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