Prevención de las Autolesiones
Identificar a personas de riesgo para ofrecerles estrategias para afrontar el estrés y educación emocional.
Programas de prevención del acoso escolar en las escuelas.
Fomentar las relaciones en familia. Generar un ambiente en casa de confianza. Realizar actividades de ocio con todos los miembros de la familia.
Fomentar las relaciones sociales. Muchas personas que se autolesionan se sienten solas y aisladas. Hablar con personas que no se autolesionan puede mejorar las habilidades de relación y comunicación.
Sensibilizar a la población del problema. Por ejemplo, enseñar a los adultos que trabajan con menores o adolescentes cómo detectar las autolesiones y cómo ayudar a la persona que lo hace. Diseñar programas que animen a los adolescentes a buscar ayuda.
Supervisar y regular el uso de Internet en los adolescentes.
Enseñar a los adolescentes a tener un pensamiento crítico hacia las referencias que existen en la música o las redes sociales sobre las autolesiones.
En algunos casos, es necesario añadir tratamiento farmacológico para tratar síntomas asociados como ansiedad, depresión o psicosis.
Es importante mejorar la motivación para dejar de autolesionarse, siendo de gran utilidad tener una red de apoyo dispuesta a ayudar en el proceso. Debido a que la conducta autolesiva puede producir alivio a corto plazo, a veces es difícil encontrar la motivación para el cambio. Por ello, puede ser de ayuda realizar una lista de las consecuencias (ventajas e inconvenientes) a corto y largo plazo de las autolesiones, y tenerla presente. Esto ayuda a mejorar la motivación al cambio.
Gestión de las emociones
Conocer las emociones y hacernos cargo de ellas es importante, ya que las personas que se autolesionan suelen experimentar emociones intensas.
Algunas estrategias que pueden ayudar a gestionar las emociones intensas son:
Hablar y expresar el malestar a un adulto o amistad. Si uno está solo, llamar o escribir a un/a amigo/a.
Distraerse. Una estrategia útil es la distracción o buscar alguna cosa para hacer que sea incompatible con la autolesión. Para la mayoría de las personas, el deseo o impulso de autolesionarse dura unos pocos minutos. Si se consigues no hacerlo, las ganas disminuirán. Se recomienda hacer una lista de cosas que pueden ayudar a distraerse, por ejemplo, escuchar música, mirar la tele, etc.
Pueden ser cosas que mantengan la mente ocupada, que permitan experimentar otras sensaciones fuertes o realizar actividades que te mantengan activo. Es importante saber que la técnica de la distracción solo sirve para afrontar la urgencia, pero no resuelve ninguno de los problemas que han llevado al deseo de autolesionarte.
Hacer actividades relajantes como dar una vuelta, bailar, hacer ejercicios de relajación o apretar una pelota antiestrés.
Encontrar otra forma de expresar los sentimientos, como dibujar o escribir un diario.
Realizar alguna actividad que genere sensaciones fuertes si el malestar es muy intenso. Por ejemplo, coger unos cubos de hielo en la mano, ponerse una goma de pelo en la muñeca y jugar con ella, ponerse algo picante en la boca, etc.
Cada persona es diferente y algunas de estas estrategias funcionan para unas y no para otras. Es cuestión de probar diferentes alternativas y encontrar aquella que se adapta a cada uno.
¿Qué puedo hacer si mi amigo o familiar se autolesiona?
Tener a un familiar o amigo que se autolesiona suele ser una situación muy preocupante y, a veces, puede que uno no sepa cómo ayudar.
Qué hacer
- Hacerle saber que te importa lo que le está ocurriendo.
- Hablar de las autolesiones con calma y sin juzgar, escuchando a la persona, sin simplificar el problema o intenta resolverlo. Es importante que la persona que se autolesiona se sienta escuchada.
- Obtener información sobre las autolesiones y de cómo actuar.
- Solicitar la ayuda de un profesional y animarlo a dejarse ayudar.
- Ser paciente con el proceso terapéutico.
- Si se trata de hijos/as, es importante aumentar la supervisión por parte de la família y consultar de manera preferente con su médico o pediatra.
- Retirar de su alcance los objetos potencialmente de riesgo con los que se puede lesionar (tijeras, cutters…).
Qué evitar
- Ignorar las autolesiones.
- Tratar de ser su terapeuta.
- Enfadarse o castigarlo, ya que es probable que esto le haga sentir peor. Autolesionarse es una conducta aprendida, y por tanto, modificable y sustituible por otras formas de canalizar los sentimientos más adaptativas.
- Hacerle prometer que no volverá a autolesionarse.
- Sentirse culpable de las autolesiones o pensar que es el responsable de pararlas.
Información general de Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia
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Publicado: 30 de octubre del 2019
Actualizado: 22 de septiembre del 2025
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