La investigación, publicada en la revista Biological Psychiatry, aporta una nueva herramienta para comprender mejor las bases neuroanatómicas de los trastornos mentales y avanzar hacia un mejor diagnóstico y tratamiento para las personas afectadas.
La mayoría de estudios realizados hasta ahora que analizaban las diferencias en la sustancia gris entre personas con trastornos mentales e individuos sanos a menudo se veían distorsionados por la presencia de múltiples trastornos a la vez. Este fenómeno, conocido como comorbilidad, es muy frecuente: se estima que la mitad de las personas con un diagnóstico de salud mental cumplen criterios para al menos otro trastorno de manera simultánea.
Con el objetivo de superar esta limitación, el equipo investigador creó una nueva técnica de meta-análisis tridimensional de imágenes cerebrales que tiene en cuenta los distintos trastornos concurrentes de manera simultánea. El análisis, que combinó los datos de 433 estudios publicados, incluyó datos de casi 20.000 pacientes y más de 16.000 controles sanos. El estudio analizaba trastornos como la anorexia nerviosa, la esquizofrenia, la ansiedad, el trastorno bipolar, la depresión mayor, el trastorno obsesivo-compulsivo, el estrés postraumático, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el autismo y el trastorno límite de la personalidad.
“Con este nuevo enfoque, hemos podido detectar patrones más concretos y diferenciados para cada trastorno, algo que no era posible con los métodos tradicionales”, explica Joaquim Raduà, jefe de grupo del IDIBAPS, catedrático de neurociencia de la UB, miembro de CIBERSAM y líder del proyecto. “Esto valida el valor de nuestro método para entender mejor los correlatos de estas condiciones en el cerebro”.
Este nuevo atlas cerebral constituye el primer mapa a gran escala de las alteraciones específicas y transdiagnósticas de la sustancia gris asociadas a los trastornos psiquiátricos.
El estudio ha contado con la participación de más de 40 investigadores e investigadoras de centros de investigación y hospitales de referencia de Europa, América del Norte y Asia, incluyendo instituciones como King’s College London, Karolinska Institutet, University of California o la Beijing Normal University.
“Disponer de este atlas puede ayudar a diseñar herramientas diagnósticas más precisas y abre la puerta a un futuro con intervenciones más personalizadas y dirigidas a regiones cerebrales específicas”, afirma Lydia Fortea, investigadora del IDIBAPS y primera autora del estudio.