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Tratamiento del TOC
Hay básicamente dos tipos de tratamientos para tratar el TOC: los tratamientos psicológicos y los tratamientos farmacológicos.
Tratamiento psicológico. El más eficaz es el que se denomina exposición con prevención de respuesta que consiste en enseñar a la persona a afrontar el malestar, ansiedad que le provocan las obsesiones y aprender a dejar de hacer las compulsiones. La exposición con prevención de respuesta forma parte de un tipo de tratamiento psicológico que se llama terapia cognitivo conductual y la realiza un profesional especializado en este tipo de tratamiento. Hay otros tipos de tratamientos psicológicos, centrados más en apoyar a la persona, o buscar la causa del trastorno, pero en general no se ha visto que estos tratamientos psicológicos sean útiles en la mayoría de personas con TOC.
Tratamiento farmacológico. Los más utilizados son los antidepresivos, concretamente los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina. A pesar de su nombre, los antidepresivos no se usan solo en personas que tienen una depresión, sino que son eficaces en muchos trastornos mentales (incluyendo el TOC). En general, se considera que las dosis para tratar adecuadamente el TOC son superiores a las que se dan a personas con depresión.
En general, en menores y adolescentes, se debería empezar por el tratamiento psicológico (exposición con prevención de respuesta) y los tratamientos farmacológicos deberían usarse únicamente si el tratamiento psicológico no funciona (o bien en casos muy graves e incapacitantes). El tratamiento farmacológico del TOC, en general, debe hacerse por un especialista en psiquiatría.
Tratamiento quirúrgico. En los casos en que el TOC es muy limitante y se han probado muchos tratamientos y no funcionan, existe la opción de un tratamiento quirúrgico, es decir, una operación del cerebro.
El papel de los familiares
Las personas que conviven con alguna persona que tiene un TOC tienen un papel muy importante en aspectos como la detección o el tratamiento del trastorno. A las personas de alrededor les puede resultar extraño que alguien tenga obsesiones o compulsiones o que no pueda dejar de tenerlas, pero hay que hacer un esfuerzo por entender que la persona con un TOC, obviamente, no quiere tener unos síntomas que le pueden causar tantas dificultades.
A veces, los familiares pueden participar en algunas compulsiones de la persona con un TOC o favorecer que la persona evite ciertas situaciones. Esto es especialmente frecuente en menores y adolescentes. Aunque lo hagan para ayudar (o para no molestar a la persona con TOC), es importante entender que estos comportamientos empeoran las posibilidades de mejora. Se recomienda comentar estos comportamientos con el profesional de la salud.
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Publicado: 7 de febrero del 2019
Actualizado: 7 de febrero del 2019
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