- ¿Qué es?
Qué es la Radioterapia?
La radioterapia es un tratamiento médico oncológico que utiliza radiaciones ionizantes de alta energía para eliminar células tumorales o frenar su crecimiento.
Es una herramienta clave en el tratamiento contra el cáncer y gracias a los avances tecnológicos, se ha convertido en un tratamiento seguro, preciso y altamente eficaz. Puede utilizarse sola o combinada con otros tratamientos como la cirugía, la quimioterapia o la inmunoterapia.
Alrededor del 60% de los pacientes con cáncer reciben radioterapia en algún momento del proceso. Puede indicarse en distintas situaciones:
- Tratamiento curativo: para eliminar completamente el tumor.
- Antes de la cirugía (neoadyuvante): para reducir el tamaño del tumor y facilitar su extirpación.
- Después de la cirugía (adyuvante): para eliminar posibles células residuales y reducir el riesgo de recaída.
- Tratamiento paliativo: para aliviar síntomas como el dolor, el sangrado o la compresión de estructuras vecinas, mejorando la calidad de vida.
Gracias al avance en el conocimiento clínico y a la evolución tecnológica, hoy contamos con técnicas cada vez más precisas, individualizadas y adaptadas a cada paciente y tipo de tumor.
- Se realiza con tecnología de última generación, que permite dirigir la radiación de forma muy precisa, adaptándose a la forma y localización del tumor.
- Los tejidos sanos se protegen al máximo, minimizando los efectos secundarios.
- La mayoría de los tratamientos se hacen de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.
- Es un tratamiento indoloro, rápido y cómodo para el paciente.
La terapia se administra durante las sesiones que se llevan a cabo de forma ambulatoria en un centro de tratamiento o centro hospitalario dentro de habitaciones especiales que se llaman "salas de radioterapia" o "bunkers". Allí se encuentran las máquinas de radioterapia (aceleradores lineales) que poseen paredes que proporcionan un aislamiento perfecto para impedir que la radiación salga fuera de ellas.
La duración del tratamiento con radioterapia varía en función del tipo de tumor, la localización y el objetivo del tratamiento. Por eso, no todas las personas reciben el mismo número de sesiones.
En algunos casos, se puede administrar una única sesión de alta precisión (lo que se conoce como radioterapia estereotáxica), o un ciclo corto de pocas sesiones (entre 1 y 10 sesiones), aunque lo más habitual es que la radioterapia se administre a lo largo de varias semanas, generalmente de lunes a viernes. En estos casos, el número total de sesiones puede oscilar entre 15 y 35, según el plan de tratamiento individualizado.
El oncólogo/a radioterapeuta informaa sus pacientes del número previsto de sesiones y su distribución a lo largo del tratamiento.
- Seguir las indicaciones del equipo sobre higiene, hidratación y cuidado de la piel.
- Consultar cualquier síntoma nuevo o cambio físico.
- Evitar buscar información no contrastada en internet. El equipo de profesionales está para ayudar.
- Acudir a las visitas médicas y de enfermería programadas.
Durante todo el proceso el paciente está acompañado/a por un equipo multidisciplinar:
- Oncólogo/a radioterapeuta: dirige el tratamiento.
- Radiofísico/a hospitalario/a: garantiza la calidad y seguridad del procedimiento.
- Técnicos/as en radioterapia: realizan el TC, realizan la dosimetría (preparación del plan de tratamiento) y administran las sesiones.
- Enfermería especializada: acompañan y tratan posibles efectos secundarios.
- Personal administrativo: gestiona la programación de citas, facilita la coordinación con el equipo asistencial y ayuda con cualquier trámite logístico relacionado con el tratamiento.
La radiación no se ve, ni se oye, ni se nota. Algunas personas ven luces o haces dirigidos a las marcas de la piel pero no hacen daño y ayudan a la colocación y posicionamiento durante el tratamiento.
La radioterapia actúa eliminando las células tumorales, pero también puede afectar, de forma temporal, a los tejidos sanos cercanos a la zona tratada. Por eso, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios durante el tratamiento.
No todos los pacientes presentan efectos secundarios, y en la mayoría de casos son leves y transitorios. Estos efectos no se producen de la misma forma, ya que dependen de varios factores: la zona del cuerpo que se irradia, la dosis de radiación administrada, el número de sesiones y las características individuales de cada persona.
Desde el primer día, se explica al paciente qué cambios puede notar y cómo debe cuidarse durante el tratamiento. Los más frecuentes son:
- Cansancio (astenia): es habitual sentirse más cansado de lo normal. Puede deberse al propio tratamiento, a otros tratamientos combinados o al desplazamiento diario al hospital. Es importante descansar cuando el cuerpo lo pida.
- Reacciones en la piel: en la zona tratada pueden aparecer cambios similares a una quemadura solar leve (enrojecimiento, picor o sensibilidad). Suelen aparecer a las 2-3 semanas de iniciar el tratamiento y desaparecen gradualmente tras finalizarlo.
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Publicado: 14 de julio del 2021
Actualizado: 7 de agosto del 2025
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