Perder a un ser querido por suicidio es una de las experiencias más dolorosas y complejas que una persona puede atravesar. Quienes están cerca, a menudo se preguntan cómo pueden acompañar a la persona sin ser invasivos.
La Dra. Iria Grande, psiquiatra del Clínic, junto con Anna Lara, superviviente y terapeuta de la asociación DSAS comparten algunas reflexiones clave: no se trata de encontrar las palabras perfectas, sino de estar presente. “Lo más importante es validar las emociones de la persona que está sufriendo”, explica Ana.