Me llamo Maria Rodas y hace un año que trabajo en el Clínic como residente de Medicina Física y Rehabilitación.
Estudié fisioterapia y, una vez terminada la carrera, inicié los estudios de medicina en el Hospital Clínic de Barcelona. El Clínic siempre ha sido como una casa para mí; hice allí las prácticas y para mí fue una gran oportunidad colaborar con profesionales punteros, no solo en investigación, sino también en atención al paciente.
Mi historia con el Clínic es especial. Inicialmente quería hacer traumatología, pero no entré por nota. Fue una amiga, en una boda, quien me puso la opción de Medicina Física y Rehabilitación en el Clínic en la lista de opciones para elegir plaza. El destino me ha llevado hasta aquí, ya que no conocía mucho esta especialidad.
Ahora, sin embargo, estoy muy contenta. La rehabilitación es aún poco conocida aunque se trata de un campo en crecimiento, que se está beneficiando de las nuevas tecnologías y que está incluyendo, entre otras cosas, mucho intervencionismo. Es una especialidad transversal y que tiene muchas salidas profesionales. El hecho de que sea transversal me permite conocer a profesionales de otros servicios y trabajar en equipo con enfermería, logopedia, fisioterapia, TCAIS, terapeutas ocupacionales, médicos y médicas…
El Clínic es un hospital que, si quieres investigar, te da todas las facilidades. También es un lugar donde hay muy buena dinámica entre servicios. Se trata de un hospital reconocido en todo el mundo por su excelencia médica, tanto en investigación como en tratamientos pioneros. Es un lugar donde se prioriza cuidar al paciente y donde se diseñan estrategias para que la asistencia sea lo mejor posible.
Asimismo, de las cosas que me ha dado este hospital y por las que estaré muy agradecida son mis compañeros de trabajo, con quienes he creado una gran amistad, como mi CoR de cirugía general o los residentes de traumatología con quienes hacemos muchas actividades y con los que he creado un vínculo especial.