Mi primer contacto con el Clínic fue en 2015, cuando todavía era estudiante de Enfermería en una universidad de Portugal. Gracias a una estancia Erasmus en Barcelona, realicé prácticas durante seis meses en la unidad E103 del Clínic, donde pude conocer de cerca sus recursos, los profesionales y el modelo organizativo del hospital.
Al finalizar la estancia, regresé a Portugal para terminar la carrera e iniciar mi trayectoria profesional. Sin embargo, sentía que no encontraba allí una formación en paciente crítico y urgencias que cumpliera con mis expectativas, ni un entorno que me permitiera crecer en los cuatro ámbitos que siempre he considerado esenciales: práctica asistencial, investigación, docencia y gestión/liderazgo.
Esa misma noche envié mi candidatura al máster y también al hospital. Al día siguiente me contactaron para hacer una entrevista y, en menos de una semana, dejé atrás toda mi vida en Portugal: trabajo, casa, familia… ¡todo! Vine a Barcelona sin tener nada asegurado, con el único objetivo de quedarme dos años para hacer el máster y después decidir. Ahora ya hace casi 8 años que estoy aquí.
Siempre he tenido un perfil muy polivalente dentro del hospital. Gran parte de mi trayectoria ha sido como enfermero en el equipo de refuerzo, lo que me ha permitido trabajar en casi todos los institutos y unidades del hospital: hospitalización, cuidados intensivos, urgencias, equipo de paradas, equipo de respuesta rápida, entre otros.
Además de la asistencia, también imparto docencia a equipos multidisciplinares y colaboro en el desarrollo de programas educativos en las tres sedes del hospital.
Durante tres años, también fui coordinador general de la Dirección de Enfermería en las sedes de Villarroel y Plató, y actualmente sigo implicado en varios proyectos que combinan la asistencia, la gestión, la docencia y la investigación.
A lo largo de los años también he sido mentor clínico. Lo que más me motiva es poder ofrecer a los recién llegados lo que yo no pude tener. En la fase inicial, organizamos un encuentro de bienvenida, en el que se presenta el hospital, a los compañeros, los distintos servicios… Además, hacemos seguimiento y acompañamiento durante el primer mes.
También colaboro en proyectos de innovación, y recientemente he sido elegido como vicesecretario y miembro de la junta del Comité de Delegados y Delegadas de la Dirección de Enfermería, desde donde trabajamos para representar y fortalecer la voz de los profesionales de enfermería. Tratamos de dinamizar necesidades y encontrar soluciones para mejorar las condiciones del colectivo.
Lo que me hizo optar por el Clínic fue su capacidad para ofrecer un entorno donde crecer profesionalmente en cualquiera de las dimensiones que conforman una carrera sanitaria. Es un lugar que, si te lo propones, te da las herramientas para construir una trayectoria plena, significativa y con un impacto real, no solo para ti, sino también para los pacientes, sus familias y otros profesionales sanitarios.
Trabajar en el Clínic es un reto constante y, al mismo tiempo, un privilegio. Con muchos compañeros y compañeras acabamos formando una especie de familia, compartiendo experiencias, aprendizajes y momentos que van más allá del trabajo.
Además, en el Clínic también conocí a mi pareja hace unos 5 o 6 años. Ella era enfermera de refuerzo igual que yo, y nos conocimos trabajando juntos en los primeros turnos en críticos.
De hecho, cuando ella llegó al Clínic, fui yo quien la acompañó en el proceso de incorporación… y a partir de ahí comenzó nuestra historia.
El Clínic nos ha permitido conciliar la vida familiar: tenemos los mismos turnos, horarios y vacaciones.