8 de julio del 2024
¿Qué es un Ictus?
El ictus es una emergencia médica que ocurre cuando la circulación de la sangre que llega al cerebro se ve interrumpida. Esta interrupción del flujo sanguíneo cerebral puede suceder por dos razones principales: obstrucción o rotura de una arteria cerebral.
En ambos tipos de ictus, la falta de flujo sanguíneo impide que las células nerviosas de la zona afectada reciban el oxígeno y los nutrientes esenciales, lo que provoca su muerte en cuestión de minutos. Si no se actúa de manera inmediata, esta situación puede causar un daño neurológico grave y permanente.
El Ictus en primera persona
El 80% del riesgo de un ictus se puede evitar con hábitos de vida saludables, como seguir una dieta sana y hacer ejercicio físico de forma regular, para reducir la obesidad y el consumo de tóxicos.
Es una enfermedad complicada. Puedes tardar meses...años...en recuperarte, pero sales adelante. Es importante apoyarte en el equipo médico y en la gente que te rodea. Y, sobre todo, no perder el ánimo.
¿Por qué es tan importante actuar rápido en el ictus?
El cerebro es un órgano altamente especializado y extremadamente sensible a la falta de oxígeno y nutrientes. Cada segundo sin un flujo sanguíneo adecuado aumenta el riesgo de daño irreversible en las células cerebrales (neuronas), lo que incrementa la probabilidad de sufrir secuelas neurológicas. Por esta razón, el ictus es una emergencia médica. Reconocerlo a tiempo y actuar con rapidez puede marcar la diferencia, ayudando a limitar el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación.
Reconocer los síntomas del ictus y solicitar atención médica urgente es clave para un tratamiento eficaz.
Diferencia entre una arteria y una vena
Las arterias y las venas son los dos principales tipos de vasos sanguíneos que participan en la circulación de la sangre. Las arterias transportan la sangre desde el corazón hacia los tejidos y órganos de nuestro cuerpo. Esta sangre es rica en oxígeno y nutrientes, esenciales para el funcionamiento celular. Las venas, en cambio, llevan la sangre de regreso al corazón desde los tejidos y órganos, transportando sangre con menor cantidad de oxígeno.
La interrupción del flujo sanguíneo en ambos tipos de vasos cerebrales puede producir un ictus. Sin embargo, la mayoría de los ictus se producen por la obstrucción de las arterias cerebrales. La obstrucción de una vena cerebral (trombosis venosa cerebral) impide el retorno de la sangre del cerebro hacia el corazón, lo que ocasiona un aumento de la presión en el cráneo, inflamación y lesión cerebral. La trombosis venosa cerebral habitualmente se manifiesta en forma de dolor de cabeza persistente y síntomas neurológicos similares al ictus arterial (pérdida de fuerza o sensibilidad, alteración del habla, dificultad para caminar, alteración visual) y en algunas ocasiones puede producir convulsiones.
Aunque es mucho menos frecuente que el ictus arterial, la trombosis venosa cerebral es una condición seria que también requiere atención médica inmediata para prevenir complicaciones graves.
Tipos de Ictus
- Obstrucción de una arteria del cerebro (Ictus Isquémico). Es el tipo más común de ictus siendo el 85% de los casos. La obstrucción de la arteria cerebral, provocada habitualmente por un coágulo de sangre o una placa de colesterol (aterosclerosis), interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro.
- Rotura de una arteria cerebral (Ictus Hemorrágico). Este tipo de ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe provocando una hemorragia cerebral.
Diferencia entre un ictus, una trombosis, una embolia y un derrame
El término ictus se utiliza para definir todas las enfermedades que causan un déficit neurológico brusco debido a una alteración del flujo sanguíneo en las estructuras del sistema nervioso. Se utiliza como un término general que abarca distintos mecanismos, tanto los ictus isquémicos como los hemorrágicos. Es preferible utilizar el término ictus para referirse a este conjunto de enfermedades, ya que el resto de los conceptos que se describen a continuación solo hacen referencia a los subtipos de ictus.
La trombosis es la formación de un coágulo (trombo) dentro de un vaso sanguíneo (arteria o vena cerebral).
La embolia ocurre cuando un coágulo formado en un origen determinado (corazón, placa de aterosclerosis) viaja por la sangre y obstruye un vaso sanguíneo bloqueando la circulación de la sangre.
El derrame se utiliza de forma coloquial parar referirse a una hemorragia cerebral. En este caso es producido por una rotura de un vaso sanguíneo cerebral que provoca que la sangre se salga y comprima las estructuras cerebrales de la zona afectada.
Cada uno tiene causas y mecanismos distintos, pero todos comparten la urgencia de ser tratados rápidamente para minimizar el daño cerebral.
¿A cuántas personas afecta?
Una de cada seis personas tendrá un ictus a lo largo de su vida. Cada seis minutos se produce un ictus y cada 14 minutos muere un paciente por ictus en España. El ictus es la segunda causa de muerte más frecuente en el mundo. Es el responsable de más de 6 millones de muertes al año y, en España, la primera causa de mortalidad entre las mujeres.
El ictus es la principal causa de discapacidad física en personas adultas y la segunda causa de deterioro cognitivo. De hecho, es más incapacitante que todo el resto de enfermedades neurológicas juntas. Estos son los motivos por los que en los países industrializados los costes directos en sanidad debidos al ictus son elevados y se espera que, a consecuencia del envejecimiento de la población, estas cifras aumenten en los próximos años.
Información documentada por:
Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 24 de julio del 2025
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