Causas del ictus isquémico o infarto cerebral

Tiempo de lectura: 7 min

Causas del ictus isquémico o infarto cerebral

Vaso sanguíneo con colesterol en sus paredes que limita el flujo sanguíneo

Ictus aterotrombótico (por arteriosclerosis). La arteriosclerosis es una enfermedad cónica caracterizada por la inflamación y el depósito de colesterol (placas de ateroma) en las arterias, lo que provoca su estrechamiento y favorece la formación de trombos. En estos casos, el ictus puede producirse por:

  • La oclusión progresiva de una arteria cerebral por una placa de ateroma.
  • La formación de un trombo en una arteria de fuera del cerebro que posteriormente se desprende y migra hacia el cerebro.
  • La afectación de pequeñas arterias cerebrales, lo que da lugar a pequeños infartos cerebrales (infartos lacunares). 
Corazón con una arteria obstruida que provoca un infarto

Ictus cardioembólico. Los trastornos del ritmo cardiaco (arritmias, y en especial, la fibrilación auricular), la dilatación de las cavidades cardiacas o las alteraciones en las válvulas cardiacas, pueden ocasionar coágulos de sangre (trombos) en el interior del corazón. El trombo puede viajar a través de las arterias hasta el cerebro y una vez allí obstruir una de ellas y provocar un ictus. Se trata de ictus extensos debido a que los trombos cardiacos pueden ser de gran tamaño.

Rotura de la pared de una arteria

Ictus por otras causas poco frecuentes como una rotura de la pared de una arteria o disección arterial. Como consecuencia de esta rotura se produce un coágulo en el interior de la misma que puede interrumpir la circulación y provocar el ictus. La rotura puede ser espontánea, pero lo más habitual es que sea como consecuencia de un traumatismo.

Vaso sanguíneo con colesterol en sus paredes que limita el flujo sanguíneo

Trombosis venosa cerebral. Aunque la mayoría de los ictus isquémicos se deben a la oclusión de una arteria, también puede formarse un trombo en las venas cerebrales. Problemas en el retorno de la sangre desde el cerebro pueden congestionar las venas y dificultar la irrigación de la zona. En ocasiones, también provoca la rotura del vaso sanguíneo y una hemorragia cerebral.

Interrogante

Ictus de causa indeterminada. En ocasiones, después de hacer un estudio completo, no se identifica de forma clara su causa. En estos casos se habla de ictus de causa indeterminada.

Causas del ictus hemorrágico o hemorragia cerebral

Aumento de la presión arterial

Presión arterial alta. La hipertensión arterial (valores superiores a 14/9) es una enfermedad crónica de las arterias que, no solo provoca su obstrucción, sino también su rotura, y puede causar hemorragias cerebrales. Estas hemorragias suelen aparecer en regiones profundas del cerebro.

Cerebro con una zona señalada

Procesos degenerativos (angiopatía amiloide cerebral). Se trata de un proceso en el que una sustancia llamada amiloide se deposita en las arterias.  Es más frecuente en edades avanzadas y causa deterioro cognitivo y hemorragias cerebrales en zonas próximas a la superficie cerebral.

Cerebro con hemorragias secundarias debidas a malformaciones vasculares  cerebrales

Hemorragias secundarias a malformaciones vasculares cerebrales.  Aunque son menos frecuentes, las hemorragias intracraneales pueden producirse por la rotura de vasos sanguíneos anormales.

Ictus e hipertensión arterial

La hipertensión arterial (HTA) o presión arterial alta (valores superiores a 140/90 mmHg), es el principal factor de riesgo para sufrir un ictus, tanto de tipo isquémico (infarto cerebral) como hemorrágico (derrame cerebral). La presión arterial elevada daña progresivamente las arterias del cerebro, favoreciendo la formación de placas de ateroma, la rigidez de las arterias y el riesgo de rotura de los vasos sanguineos.

Importancia del control de la presión arterial

Un buen control de la tensión arterial puede reducir hasta en un 40% el riesgo de ictus. Para ello, es fundamental:

Seguir hábitos de vida saludable, como:

  • Mantener una alimentación saludable y equilibrada, con reducción del consumo de sal, grasas saturadas y ultraprocesados. 
  • Evitar el tabaco y el alcohol.
  • Realizar actividad física de forma regular, al menos 30-45 minutos al dia.

Control de la presión arterial periódicamente, especialmente en personas con factores de riesgo cardiovascular.

Cumplir con el tratamiento antihipertensivo: si se ha prescrito medicación, es fundamental tomarla de forma regular de acuerdo con las indicaciones médicas, ya que la falta de cumplimiento en la toma del tratamiento es una de las principales causas de mal control de la HTA y de recurrencia de ictus.

El control de la hipertensión no solo previene el ictus, sino que también reduce el riesgo de deterioro cognitivo y demencia vascular en el futuro.

Información documentada por:

Antonia Fernández
Arturo Renú Jornet
Xabier Urra Nuin
Ángel Chamorro Sanchez

Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 24 de julio del 2025

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