Diagnóstico del Estreñimiento

Tiempo de lectura: 5 min

Historia clínica y exploración física

La historia clínica y el examen físico son los puntos más importantes de la evaluación de un paciente con estreñimiento. Es fundamental comprender claramente la molestia del paciente, conocer la duración de los síntomas y las medidas generales que el mismo ha realizado para tratar de aliviar esta molestia. El uso de la Escala de Bristol (Figura) puede ser de utilidad para que el paciente describa la forma y la consistencia de sus deposiciones.

Durante el interrogatorio para la historia clínica, se debe tener en cuenta 3 aspectos fundamentales: 1) la detección de síntomas o signos de alarma, 2) la búsqueda de causas secundarias de estreñimiento, uso de fármacos, enfermedades sistémicas o neurológicas y procesos locales como tumores, y 3) el cumplimiento de los criterios de Roma IV. 

Dentro de la exploración física, la inspección rectal puede aportar mucha información ya que permite la detección de patología anal como hemorroides, estenosis, fisuras, rectocele o masas. Por ejemplo, una asimetría en la apertura anal puede sugerir un trastorno neurológico que afecte la función de los esfínteres, y la falta de descenso del periné al pujar sugiere la presencia de disfunción del suelo pélvico. 

Signos de alarma

  • Cambio repentino en el ritmo deposicional habitual (durante un tiempo superior a 6 semanas) en personas mayores de 50 años.
  • Presencia de sangre en las heces.
  • Anemia o falta de hierro.
  • Pérdida de peso involuntaria.
  • Historia familiar de cáncer de colon y recto o enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Masa abdominal o rectal palpable. 

Exploraciones complementarias

diagnóstico:  analítica de sangre general para diagnóstico

Analítica.  No hay evidencia de que una analítica general sea eficaz como prueba de rutina en los pacientes con estreñimiento, aunque sí se debe indicar en aquellos pacientes con signos de alarma y en aquellos en que la historia clínica indique un estreñimiento de causas secundarias. Algunas guías recomiendan, como parte del estudio diagnóstico, un hemograma con determinación de sideremia (presencia de hierro en sangre), un ionograma (niveles de electrolitos en sangre), y determinación de calcio y fósforo en suero, glucosa y hormonas tiroideas, además de aquellos test específicos que se consideren necesarios en función de la sospecha clínica de la enfermedad causante del estreñimiento.

Persona a la cual le hacen una radiografía de tórax

Radiografía simple de abdomen. La radiología simple de abdomen puede ser muy útil en la valoración de pacientes hospitalizados con estreñimiento de presentación aguda o con empeoramiento importante de un estreñimiento crónico, sobre todo cuando la exploración física oriente hacia una posible obstrucción o pseudoobstrución. La radiografía puede mostrar distintas alteraciones: presencia de impactación fecal o fecalomas (acumulación de heces duras) en la región más distal del recto, asas intestinales dilatadas (en casos de obstrucción mecánica o adinámica, como el síndrome de Ogilvie) o vólvulos de sigma (obstrucción intestinal producida por la torsión del colon sigmoide). En los casos de estreñimiento crónico, sin signos de alarma, no está indicada dada su escasa utilidad diagnóstica.

Colonoscopia de una mujer

Colonoscopia. El rendimiento diagnóstico de la colonoscopia en pacientes con estreñimiento como único síntoma es similar al de la población general, por lo que no se recomienda realizarla como prueba de rutina. Sin embargo, puede indicarse en pacientes que presentan signos de alarma, incluyendo el debut de los síntomas a partir de los 50 años. En estos casos, se recomienda realizar previamente un test de sangre oculta en heces. También se considera la colonoscopia si fracasa el tratamiento con laxantes.

Pruebas funcionales

Manometría anorrectal

Manometría anorrectal. La manometría permite valorar la función del esfínter anal en reposo y durante la defecación, así como la activación refleja del suelo pélvico. Puede medir la sensibilidad y adaptabilidad rectal y la relajación del esfínter anal externo e interno. Se considera indicada en pacientes que no responden a las medidas higiénico-dietéticas y laxantes de primer nivel. Es útil en el diagnóstico de trastorno funcional de la defecación, y para la correcta selección de pacientes candidatos a recibir tratamiento rehabilitador mediante biofeedback anorrectal.

Test de expulsión con balón

Test de expulsión con balón. Consiste en la introducción de un balón en el recto en el que se introducen 50ml de agua que el paciente debe evacuar. Aunque la metodología de este test es variable, el enfoque más extendido es determinar el tiempo que tarda el paciente en expulsar el globo en el retrete. Esta prueba está indicada en los pacientes que no responden al tratamiento con cambios de estilo de vida y laxantes de primer nivel, y cuando la sospecha es que el estreñimiento está causado por una alteración de la defecación.

Determinación del tiempo de tránsito colónico o TTC

Determinación del tiempo de tránsito colónico (TTC). Es una exploración de gran utilidad para aquellos pacientes con sospecha de tránsito colónico lento como causa del estreñimiento. Su determinación se realiza mediante la ingesta de pequeños marcadores radiopacos de una sustancia plástica ligera y la posterior realización de radiologías de abdomen seriadas para cuantificar el tiempo de tránsito colónico. En España, el protocolo más utilizado es la realización de radiografías a los 4 y 7 días, incluso, en ocasiones, el décimo día. El retraso excesivo de la progresión de estos marcadores y su retención en colon son indicativos del diagnóstico de la inercia colónica o hipomotilidad del colon.  Esta prueba está indicada en los pacientes que no responden al tratamiento con cambios de estilo de vida, laxantes de primer nivel y cuando la sospecha es que el estreñimiento está causado por una hipomotilidad del colon.

Ecografía en un monitor

Videodefecografía. La defecografía permite valorar la anatomía y los cambios funcionales del anorrecto, siendo útil cuando se sospechan causas anatómicas del estreñimiento como enterocele o invaginación, y en aquellos pacientes con disfunción del suelo pélvico. Se considera un test coadyuvante y, por tanto, no se recomiendan como exploración única para el diagnóstico. En la prueba se administran 150 ml de bario en el recto de los pacientes, se les pide que realicen maniobras de Valsalva (toser, pujar) y se monitoriza su eliminación. Existen 2 técnicas para identificar las alteraciones anatómicas: 

  • Fluoroscopia. Tiene la ventaja de ser accesible y rápida, pero irradia. 
  • Resonancia magnética. Tiene la ventaja de observar todos los órganos del suelo de la pelvis durante la defecación sin irradiar, pero es de elevado coste y menos accesible que la primera. Actualmente el Clínic dispone de la defecografía por resonancia magnética.

Información documentada por:

Faust Feu Caballé
Francesc Balaguer Prunes
Sabela Carballal Ramil

Publicado: 21 de julio del 2020
Actualizado: 21 de julio del 2020

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